La revolución de los parques urbanos y las ciudades verdes, representan una estructura importante dentro de la conformación de las ciudades, donde se obtienen beneficios a la salud de los habitantes, pues constituyen mecanismos no solo de regeneración urbana sino también de regeneración física, emocional, social y de la comunidad.
Las “Green Cities” o ciudades verdes, se han planteado como una manera de equilibrar las necesidades de una ciudad con las necesidades del entorno natural, es decir, se busca comprender como la urbanización a comprometido la habitabilidad y calidad de vida de las personas. Si hablamos de infraestructuras verdes, lo cual se ha planteado en varios escenarios como parte fundamental de las ciudades del futuro, puede mencionarse el caso de “The Orbit” la ciudad verde del futuro propuesta por Partisans, para la ciudad de Innusfil, Canadá (2020), proyecto que tiene la intención de transformar una ciudad canadiense en una comunidad inteligente, integrando tecnologías como vehículos autónomos y puertos para drones en el entorno rural. Además de ello, equipamiento y servicios como una nueva estación de tren sin afectar su naturaleza agraria. [1]
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ha planteando una iniciativa de Ciudades verdes (2020) como estrategia para la recuperación y mitigación de los efectos negativos de la pandemia, donde destaca el potencial que se tiene en las ciudades para reconstruir mejores escenarios fomentando la resiliencia y los ambientes regenerativos, en al menos 100 ciudades durante los próximos 3 años. [2]
Otro ejemplo de esta visión se compartió en el Congreso VIO, en Valencia en octubre de 2020, donde se ha generado un debate sobre la importancia de la mejora en la infraestructura urbana como estrategia en la intención de generar ciudades innovadoras, inteligentes y verdes, desde un cambio de visión integral. Anteriormente las ciudades se visualizaban como “trozos verdes” donde las áreas residuales eran utilizadas para este tipo de uso, sin embargo, la nueva visión implica que se realicen planes estratégicos integrales donde se ha comprobado de acuerdo a los expertos que se mejoran considerablemente los ambientes sociales, ambientales, educativos y económicos entre otros, con ahorro importante en la salud pública. [3]
Desde la perspectiva de Greenpeace, las ciudades en un mundo post-covid, deberían preocuparse por luchar contra la emergencia climática, lo que es un hecho es que nuestros patrones de vida y hábitos de consumo se han visto transformados radicalmente con tendencia a una vida más ecológica y saludable, donde se ponen en valor otras necesidades como lo son el disfrutar de espacios abiertos que nos permitan movernos con cierta libertad y seguridad, el acceso a productos y servicios básicos, y la relación con el entorno y la comunidad.
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En este aspecto es de vital importancia la construcción de ciudades resilientes donde los espacios tengan posibilidades de adaptarse a nuevos modos de vida.[4] Dentro de sus propuestas clave, para lograr la sostenibilidad de las ciudades surge el de la ciudad de 15 minutos —donde los servicios y necesidades básicas puedan atenderse sin desplazarse a más de 15 minutos — el uso de ciclovías y la caminata, el cultivo de alimentos de forma local, los mercados de agricultura, mejorar los hábitos de consumo, la reutilización y el reciclaje, la economía circular, la revitalización de zonas verdes y crear nuevas zonas verdes, la mejor en la eficiencia energética y el autoconsumo. [5]
A este respecto, empiezan a surgir muchas iniciativas o intenciones sobre como deberían ser estas ciudades sobre todo si son más humanas, donde sea posible reincorporar el valor de comunidad y de solidaridad ante la crisis, por tal motivo la ONU, también sugiere que los espacios verdes son un recurso indispensable en la sostenibilidad de las zonas urbanas, recalcando la importancia de atender los compromisos establecidos en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, donde los parques y espacios verdes son importantes para la salud pública y la conservación de la naturaleza, además de contribuir a mitigar la contaminación ambiental y mitigación del cambio climático. [6]
Así mismo, se visualiza que las áreas verdes representan recursos estratégicos para la revitalización urbana y de entornos saludables para las personas. Aunque habrá que visualizarse la atención a la crisis social y económica.
Las tendencias globales marcan rumbos forzados a mejorar los entornos de vida de las personas, y aunque es incierto el futuro próximo, es responsabilidad de los profesionales, las instituciones y la sociedad misma, sumar esfuerzos para que las siguientes crisis sean mitigadas en sus efectos, a partir de actuaciones más conscientes en lo que respecta a nuestro entorno propiciando el bien común, sobre todo para aquellos sectores en condiciones de vulnerabilidad.
Dra. Arq. Mariana Flores García
BuroDap México-Colombia
Zacatecas, México, Octubre 2020
Correo: maryfg83@gmail.com
[1] “The Orbit”, 2020. https://okdiario.com/curiosidades/the-orbit-ciudad-verde-del-futuro-6278403[2] https://www.elmundo.cr/mundo/fao-lanza-la-iniciativa-ciudades-verdes-en-apoyo-a-la-transformacion-de-sistemas-agroalimentarios/[3] https://profesionalagro.com/noticias/congreso-vio-propuestas-para-una-infraestructura-verde-en-la-ciudad.html[4] https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2020/05/Ciudades-en-un-mundo-postCOVID.pdf[5] https://www.planeta2030.es/ambiente/10-claves-lograr-ciudad-sostenible-post-covid-19_66883_102.html[6] https://www.un.org/es/chronicle/article/los-espacios-verdes-un-recurso-indispensable-para-lograr-una-salud-sostenible-en-las-zonas-urbanas